martes, 2 de septiembre de 2014

Una joven.

El sol le acaricia el rostro con su suave calidez. Se va asomando tímidamente entre los edificios que se sitúan frente al suyo. Un rayo se adentra a través de la ventana y juega con la palma de su mano, sintiendo su calor. Poco a poco, ese rayito de luz desaparece y va ascendiendo hacia el cielo. Esa pequeña sensación de paz, día tras día, va llenando su vida. Es una joven que siempre verá en los insignificantes detalles la felicidad. Una lectora que prefiere detenerse en un punto o coma para respirar y guardar cada momento dentro de sí, sin prisas a lo que vendrá próximamente, amando cada gesto, palabra, abrazo o beso. En cualquier lugar, fecha u hora llegará un adiós, pero cuando menos lo espere aparecerá un nuevo "hola". Llora, por supuesto, pero sabe que después de esas lágrimas vendrá una resplandeciente sonrisa. Sí, siempre habrá problemas en esta caótica vida pero, tarde o temprano, la solución se presentará. No es fácil ser una persona optimista, sin embargo nunca dejará de serlo. Si hay una pregunta difícil la respuesta llegará por sí sola. En ocasiones tropieza y le cuesta levantarse, pero lo hace. Si tiene un sueño, no se lo pide a una estrella, sino que pone todo su esfuerzo y empeño hasta conseguirlo. Deja que la vida le sorprenda y, a veces, la vida es sorprendida por ella. Es una joven que no quiere algo que sea fácil, quiere algo que la haga feliz.


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