Hoy es un día muy especial. Un día para
festejar a esa persona que nos enseñó a caminar, hablar, amar y a respetar. ¡Felicidades
mamás del mundo! Una madre es esa persona que te dio la vida, que se enamoró de
ti desde el primer segundo en el que te vio, que te ha cuidado hasta el día de
hoy. Hace todo lo imposible para que no te falte de nada, para verte feliz o
sacarte una pequeña sonrisa. Cuando está triste o llora, se aleja o lo hace a
escondidas, para que nunca la veas débil y sepas que no hay nada que pueda con
ella ante tus ojos. Nunca permite que estés triste y, si te ve así, se pone a
tu lado para escucharte, aconsejarte y abrazarte. Son esos consejos los que te
ayudarán en la vida y los que recordarás cuando ese problema se vuelva a
repetir en el futuro. Son esos momentos y esos pequeños gestos a su lado los
que no conseguirás olvidar de tu memoria. Son esos abrazos los que te llenan el
alma y el corazón. Son esas miradas que, con tan sólo observarte, ya saben lo
que te pasa. Son esas frases típicas y esos perfumes los que siempre te
recordarán a ella. Da lo máximo de sus fuerzas para trabajar durante horas
interminables aunque el sueldo no sea espectacular pero, para ella, lo
importante es llevar dinero a casa y poder alimentar o dar algún capricho a sus
hijos. Incluso, sin tener demasiado tiempo libre, te llevó al parque o a tu
lugar favorito para que disfrutaras y rieras. Incluso, después de trabajar y
estar cansadísima, te llevó a la cama, se sentó a tu lado y te leyó un cuento
hasta quedarte dormido. Incluso, cuando no querías hablar con nadie y te
encerrabas en ti mismo, ella estaba ahí para no separarse de tu lado. Hay madres
casadas, solteras o viudas. Madres que no tienen la suficiente ayuda para salir
adelante, que se enfrentan solas ante la vida con un hijo o que se van ahogando
poco a poco entre las dificultades que se les presentan. Para ella, tú eres lo
primero ante todo y lo demás es secundario. No le importa lo difícil que le resulte la vida porque te tiene a ti, su alegría, lo que le da fuerzas para
seguir adelante sin rendirse. Daría su vida por ti, por su familia y por el
bienestar de todos. De pequeño, te protegía bajo su abrazo cuando los truenos
te asustaban o te hacían llorar. Te mostraba que no había monstruos en el
armario o alguien que pudiera hacerte daño. Sabías que estaba ahí,
protegiéndote en todo momento. Hoy no sólo es su día, sino que lo son todos los días del año. No esperes a que sea hoy para decirle todo lo que sientes, todo lo que la quieres y todo lo que le tienes que agradecer. Hazlo ahora, en cada momento y en cada situación que se te presente. Ella es tu escudo, tu lugar de refugio, la cocinera
más buena del mundo, una maestra de la vida, la mujer más trabajadora, la mejor
amiga que nunca te abandonará, tu confidente, la psicóloga que te ha hecho ser
quien eres y una madre pero, sobre todo, una súper heroína. Gracias por todo lo
que nos dais día tras día. Nunca nos faltéis en nuestra vida.
Te quiero, mamá.
Una madre es mucho más que cinco letras con las que se llena la boca y el corazón de sentimientos.
ResponderEliminarMe ha gustado muchísimo este post tuyo.
Besos.
Muchísimas gracias. Me encanta siempre recibir comentarios tuyos. Una madre es todo nuestro mundo. Es una gran alegría que te haya gustado.
EliminarBesos y abrazos.