En el día de San Valentín todos le hablan del amor, la felicidad en pareja, los regalos minuciosamente pensados, los besos. Otros le dicen que es un día más de la semana, un 14 de Febrero donde demuestran el mismo cariño que el resto del año, sin sentirse obligados a regalar algo porque la fecha lo imponga. Que las muestras de amor deberían ser eternas, infinitas e inesperadas.
Sin embargo, ella podría hablarles sobre la soltería. De lo mágico que es estar en compañía de uno mismo, el poder crecer personalmente, conocerse, madurar un poquito o sobre la importancia de aprender de los errores y aciertos. No se cerrará nunca al amor, bienvenido sea, pero tampoco lo buscará para poder sobrevivir.
Ella sola desenredará su lengua para que ningún trabalenguas pueda entorpecerle las palabras.
Ella sola luchará contra los monstruos de su cabeza.
Ella sola saldrá de cualquier agujero o trampa.
Ella sola irá marcando el ritmo de su corazón.
Ella sola ha encontrado la manera de ser feliz.
Qué bonito es que le abracen, pero más bonito es que se abrace ella por dentro.
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