Sí, la vida es
así. Cuando más feliz crees ser, llega algo que te derrumba. Cuando todo lo
tienes bajo control, un día y en un instante todo se desordena. Cuando alguien
viene para quedarse, otra persona se va para no volver. Puedes dar cientos de consejos
a tus seres queridos, pero muy difícilmente los cumplirías tú mismo. Aunque no todo es
malo. Cuando no ves ninguna salida, llega alguien o algo que te hace ver
algunos caminos que puedes tomar. Cuando estás triste, llega una persona que te hace
reír a carcajadas. Cuando menos te lo esperas, la vida te brinda otra oportunidad.
Desafortunadamente, muchas palabras tienen su contrario; feliz - triste, reír -
llorar, nacer - morir, bienvenida - despedida, conocido - desconocido, amor - desamor,
sueños - pesadillas, luz - oscuridad, positividad - negatividad, conseguir - perder,
intentar - desistir, etc. ¿Y si las
palabras no tuvieran un contrario? ¿Por qué todo tiene que ser una de cal y
otra de arena? ¿Qué pasaría si afrontaras el dolor riéndote? ¿Cambiaría
el mundo al saber que no hay una parte negativa o que no hay nada que pueda borrar tus sueños? Podrías poner tu granito de arena, sin temor a nada. Ese
mismo, el temor, es el que te impide realizar cosas que siempre has deseado. ¿Y
si sustituyeras temor por valentía? Muchas cosas cambiarían a mejor. No hay
límites, éstos sólo existen porque te los pones en tu camino. Puede
que no cambies el mundo si sonríes ante el dolor, pero hay algo que mejorarás;
tu propia felicidad. Sí, la vida es así.
No hay comentarios:
Publicar un comentario